MONOLINGUA
La coma
La escritura es un invento
perfecto y muy divertido. Tiene algunas carencias que no se pueden resolver. No
es culpa de los filólogos ni de los lingüistas. Es culpa del lenguaje y, a
veces, si me apuráis, de los usuarios de la lengua. Si alguna vez os preguntáis
porque algunos dicen asín o fuistes o comersen quizá lleguéis a la conclusión de que todo tiene una razón
de ser. Pues bien, la coma, o sea,
este signo de puntuación, “,” , no sé si lo véis,
porque esto está complicado, se utiliza un montón
(todos los días, de hecho, seguramente hay más veces en que ponemos comas
que veces en que meamos) y las más de las veces un poquito regular. Tanto
da que se use mal la lengua, el problema es que a veces no nos entendemos y
compramos pepinos en vez de calabacinos.
Vamos a ver. No
es lo mismo escribir en un chat, por ejemplo,
come
pienso
como todos los
perros
que escribir, por ejemplo, come pienso, como todos los perros o escribir
por ejemplo, come, pienso como todos los
perros. Pero esto solo debo de pensarlo yo, porque el otro día, cuando le
pregunté en un chat a la_choni_94bdn
que qué comía su perro eso fue lo que me respondió. Me vi obligada por el
destino a responderle:
yo pienso como todos los elefantes
No más me puso un interrogante.
Pero bueno, tampoco dependía la vida de nadie de esa maravillosa coma. Después
le abrí una ventana privada a un tipo, sabio_94,
que me dijo (así sin contexto,
parecemos tontos, pero de verdad que en la conversa tenía sentido) en ese mismo
chat (hay gente tan variada en los chats y tan parecida entre sí…):
nena
es que
quien canta su mal
espanta
Y claro, no tuve por menos preguntarle
que qué quería decir, porque yo no le entedía. Es que a ver, no es lo mismo que
quien canta su mal espanta que quien canta su mal, espanta y claro,
como nadie sabe/quiere escribir a renglón seguido en un chat… Menos mal que era
una expresión fraseológica (un refrán) y tampoco dependía una vida de ella. No
obstante, resulta que hay una norma de la puntuación, una norma muy principal,
la número uno que hay que aprender, que dice: «No
pongas la coma nunca jamás entre sujeto y predicado. Da mala suerte» y otra que dice «No da tanta mala
suerte como poner coma entre sujeto y predicado, pero también da mal agüero poner coma entre verbo y
complemento del verbo así como fuerte (yo ya me entiendo, con eso de
fuerte, del tipo complemento directo y tal y cual)». Bueno, esto último voy
a tener que reconocer que es un rumor, pero de los que duran 15 años. En fin,
que los «nunca jamases» de las normas tienen una pequeña
excepción, la que se llama entre el pueblo, hoy letrado y muy culto, coma de sentido, que tiene el mágico poder de deshacer ambigüedades.
En fin, os digo todo esto porque una coma es un signo de puntuación, no un
signo de respiración leve, aunque a veces se correspondan pausa breve con
el signo. Si yo digo (ejemplo «ad hoc» ―perdón por salpicar
con latinajos―) que Pepito va a la
escuela a aprender muchas cosas no tengo que poner una coma entre Pepito y va. Me da igual si el sujeto es de tres líneas, del tipo El presidente del gobierno, que por cierto
lleva una camisa blanca con una mancha de aceite que se ha hecho mientras se
comía un sándwich en el bar que está al lado del Palacio de Congresos, que
llevó a la ruina a este país hace ya x años cuando en los Estados Unidos de
América reinaba una paz envidiable y cuando en Grecia nosequé nosecuántos y
aquí, antes de decir ha vuelto hoy a casa
recuperado de su enfermedad corremos el riesgo de poner una coma. Pero no.
Ahí no va una coma. Ni que coja aire ni nada por el sentido. Porque existen pausas breves que no deben
transcribirse como comas y, viceversa, existen comas que no corresponden a
pausas breves (como en este ejemplo del Presidente). Así, ya he dicho todo
lo que no me dejaba dormir esta noche, en la que he soñado que se me comía una
gran coma detrás de un sujeto. Suerte. Que no soñéis lo mismo.
Me
ResponderEliminarHas
Hecho
Sentirme
Un
Estúpido
T-T. Porque esto también vale para el Portugués (lengua en que escribo muy, muy "malament")